18 de agosto de 2012

En riesgo de quedarse sin escuela infantes triquis desplazados de Valle del Río San Pedro Copala

Por: René López

Tlaxiaco, Oax.- Han pasado dos semanas y las familias triquis desplazadas de Valle del Río San Pedro, San Juan Copala, siguen en espera de ser reubicadas y el futuro es incierto en la educación académica, ya que 26 niños podrían quedarse sin ir a la escuela este lunes 20 de agosto, además de tres mujeres del nivel secundaria y una de preparatoria que no cuenta con los mil 500 pesos para inscripción que le cobran para ingresar a la preparatoria de Tlaxiaco.

Este sábado son ya los quince días desde que mujeres desplazadas doblemente esperan la ayuda de los servidores públicos para que sean reubicadas y tampoco saben si sus más de 20 niños irán a la escuela, luego que no han recibido respuesta de una maestra del idioma triqui que solicitaron.

Llegaron a la ciudad de Tlaxiaco el 3 de agosto y las condiciones no son agradables en el lugar que están habitando, ya que carecen de alimentos, en un cuarto donde están ubicadas las 15 familias, no tienen derecho a la privacidad y para dormir hacen uso de colchonetas, extrañan el campo y a sus animales, entre ellos, perros, gatos y pollos que se quedaron en Valle del Rio, lugar donde fueron amenazados de muerte.

Eva Gómez Santos, representante de las desplazadas, dijo que el futuro para una educación académica es incierto para más de 20 niños, que otra vez se quedaran sin ir a la escuela, ellos serán discriminados otra vez por la educación, ya que de la petición que le hicieron al gobernador para que les mande una maestra indígena triqui no ha llegado.

Sobre la propuesta para que estos infantes reciban clases en un lugar diferente, no en el lugar donde se encuentran sigue pendiente, además existen 4 mujeres que se están quedando sin el derechos de ir a la secundaria y otra que para poder ingresar a la preparatoria de Tlaxiaco le están cobrado 1500 pesos, recursos de los cuales no cuenta la gente pobre desplazados doblemente.

Otro de los problemas a los que se han enfrentado es que con el “Programa Oportunidades”, donde no les están tomando el problema de desplazamiento que están sufriendo, ya que quieren que hagan tequio y asistan a su reuniones de salud, lo que no pueden lograr debido a que andan de un lugar para otro, por lo que la amenaza es que muy pronto les quitaran la ayuda o muchas de las mujeres ya no las están considerando.

Sobre las clases y la ubicación no se sabe nada, están sufriendo un infierno dentro de un solo cuarto de 12 metros de largo por 5 de ancho con las 15 familias, ellas están acostumbradas a caminar por varias horas, ir al molino, hacer tortillas, practicar su religión, comer quelites, sembrar plantas y tener animales.

Ante estas condiciones ya se han enfermado 6 niños de gripe, calentura y diarrea, pero ante los trámites burocráticos en las instituciones de salud y por no contar con cartillas de salud, le han negado los servicios, por lo que han gastado más de lo que no tienen llevándolos a los médicos particulares.

Rufino Benítez Sánchez, coordinador jurídico del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI) dio a conocer que las desplazadas del Valle del Rio, necesitan no solo atención psicológica sino que están siendo perjudicadas en sus usos y costumbres.

Pidió a los servidores públicos del gobierno del Estado total atención a estas mujeres que en su mayoría no tienen esposo porque muchos de ellos fueron asesinados, ellas ultrajadas y expulsadas solo por practicar alguna religión diferente o por no integrase a alguna organización, ahora están en peligro de perder toda su cultura.

Agregó que en múltiples ocasiones el gobernador ha declarado a los medios de comunicación que va a ayudar pero da las instrucciones y los bajos mandos no acatan y todavía practican las viejas costumbres del gobierno pasado, lo que genera la inestabilidad porque de no ser así a una atención pronta, ellas ya están planeado otras alternativas, como la manifestación y las tomas de dependencias para hacerse escuchar.

7 de agosto de 2012

Respeto a la vida, demandan desplazados de Valle del Río San PedroCopala

Por: IGABE

Huajuapan, Oax.- El pasado 3 de Julio, 15 familias de Valle del Río San Pedro, San Juan Copala, ubicado en Putla Villa de Guerrero, comenzaron el éxodo a la ciudad de Tlaxiaco para exigir al gobierno del Estado, Gabino Cué Monteagudo, la aplicación de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al asegurar que un grupo armado los había atacado el primer día de agosto. El presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría Pueblo Indígenas (CEDHAPI), Maurilio Santiago Reyes, indicó que lo único que los indígenas triquis piden, es respeto a la vida.

En entrevista, indicó que los gobiernos estatal y federal están obligados salvaguardar la vida de las 70 personas que integran esas 15 familias, debido a que las agresiones han sido frecuentes.

Informó que luego de su llegada a la ciudad de Tlaxiaco, hombres, mujeres y niños solicitaron a las autoridades correspondientes la donación de un predio para construcción viviendas provisionales y vivir de manera digna y tranquila, en tanto el problema por el que atraviesan halle una solución.

El surgimiento de la comunidad de Valle del Río San Pedro, San Juan Copala, en Putla.

Vivir en la Región Triqui significa acostumbrarse a ser desplazados de sus comunidades por no profesar la misma religión —lo cual en muchas ocasiones provoca su expulsión de la comunidad—, por no querer ayudar en las acciones de protesta o simplemente por no militar en la misma organización o partido.

 Ese fue el caso de las 15 familias procedentes de las comunidades de San Miguel Copala, Guadalupe Tilapa Copala, Llano de Nopal Copala, Llano Aguacate Copala, Yutasani Copala, agencias pertenecientes al municipio de Juxtlahuaca y Putla, las cuales decidieron formar una nueva comunidad cerca del municipio de Putla, a la que bautizaron como Valle del Río San Pedro, San Juan Copala.

Muchos de ellos, fueron desplazados y sometidos a vivir bajo violencia; otros más, han sido amenazados de muerte en caso de que pretendan volver a sus comunidades de origen.

 Por ello, al no saber hacer otra cosa que trabajar en el campo y decididos a ganarse el pan de cada día, se asentaron en un predio de Cuadrilla de Gregorio Álvarez, Putla, en donde instalaron sus casas y formaron una comunidad.

Ahí, la mayoría de los pobladores se dedica a la siembra de maíz y plátano, por las condiciones climáticas. Dichos productos son llevados a la cabecera municipal y son ofertados entre los habitantes y compradores de Putla. Esta actividad representa su único medio de subsistencia.

 Cabe destacar que los predios en los cuales se asentaron, habían sido territorio triqui de San Juan Copala; sin embargo, estos fueron despojados de los mismos por los españoles que trabajaban en la zona.

De ahí, al estar abandonados los terrenos, los desplazados comenzaron trabajarlos; no obstante, cuando comenzó la cosecha, los predios les fueron reclamados. Es por ello que hoy, existe un litigio entre los beneficiarios de medidas cautelares y algunos terratenientes españoles en la zona.

La gestión de las medidas cautelares

Cabe señalar que fue en agosto de 2001 cuando un grupo de personas que salieron huyendo de la Región Triqui, solicitaron a la CIDH les otorgara medidas cautelares a quienes e habían sido amenazados de muerte y encarcelados por no seguir el Sistema de Usos y Costumbres que impera en algunas autoridades, y que, por cuestiones laborales o de salud, aseguran, no pueden cumplirse.

Tras varias solicitudes ante las instancias correspondientes, el pasado 29 de mayo la CIDH otorgó medidas cautelares a las 15 familias que crearon esta comunidad en Cuadrilla de Gregorio Álvarez, por lo que las agresiones cometidas en su contra quedaron asentadas en las denuncias interpuestas por CEDHAPI ante las autoridades correspondientes

Los ataques

En entrevista por separado, Eva Gómez Santos, vocera del grupo de desplazados sostuvo que los ataques han sido al menos en tres ocasiones. El primero de ellos el pasado 25 de enero; el segundo, el 8 de mayo, día en que un presunto grupo de sicarios les dejaron “narco-mantas” con leyendas con amenazas de muerte lo mismo para mujeres, niños y ancianos.

Finalmente, Gómez Santos apuntó que fue este 1 de agosto cuando el grupo armado pretendió terminar con su vida, pues junto con el presidente de CEDHAPI, Maurilio Santiago Reyes, ella también está amenazada de muerte.

Solicita Everardo Hernández Guzmán reubicación de desplazados de Valle del Río San Pedro Copala

Oaxaca, Oax.- El Diputado local de la Fracción Parlamentaria del PRD, Everardo Hernández Guzmán, pidió a las autoridades correspondientes reubicar a las 14 familias triquis que abandonaron la comunidad de Valle del Río San pedro Copala en Putla Villa de Guerrero por el temor a ser asesinadas y realizaron un éxodo hacia el municipio de Tlaxiaco.

“Se le debe dar apoyo a estas familias triquis que por temor abandonaron su comunidad, se les debe garantizar un lugar para vivir y eso se lograría reubicándolas y garantizándoles el ejercicio pleno de sus derechos humanos”, dijo.

El legislador indicó que se debe dar el cumplimiento a las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “y se les debe proveer de todo lo necesario para sus sustento y protección”, agregó.

En este sentido, agregó “es lamentable que se estén dando situaciones de este tipo en la Región Triqui en donde muchos habitantes viven angustiados por el temor de verse afectados en su integridad”.

Por último, Hernández Guzmán exhorta a las autoridades del Gobierno estatal a garantizar la seguridad de los pobladores de esta región para restablecer la paz y fortalecer el tejido social en las comunidades indígenas.

Huyen familias triquis de Valle del Rio San Pedro Copala

Triquis del Valle del Río de San Pedro Copala abandonan su comunidad

Ante los ataques de un grupo armado, 14 familias triquis decidieron salir de la comunidad que fundaron en 2008 luego de ser desplazados de otras comunidades. Fueron rumbo a Tlaxiaco para salvar su vida pese a contar con medidas cautelares de la CIDH.

Por: Octavio Vélez Ascencio

Valle del Río San Pedro Copala, Oax.- Catorce familias triquis con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dejaron ayer la comunidad para dirigirse a la Heroica Ciudad de Tlaxiaco ante el temor de ser asesinadas por un grupo armado.

Cuarenta y tres pobladores, 21 adultos y 22 niños, salieron caminando en caravana alrededor de las 18 horas, llevando en sus manos flores blancas y pancartas con leyendas de protesta hasta el entronque con la carretera federal 125 Alfonso Pérez Gazga Yucudaa-Pinotepa Nacional, a escasos cinco kilómetros de Putla de Guerrero, donde abordaron camionetas de pasaje.

En su andar, los indígenas triquis fueron resguardados por elementos de la Policía Estatal y de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), así como por visitadores de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), funcionarios de la Coordinación para la Atención de los Derechos Humanos de la Gubernatura y de la Secretaría General de Gobierno.

También los acompañaron los presidentes de los Centros de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI) y de Derechos Humanos "Bartolomé Carrasco" (BARCA-DH), Maurilio Santiago Reyes y Minerva Nora Martínez Lázaro, respectivamente.

Otros 33 pobladores más salieron desde temprano por sus propios medios con destino a la Heroica Ciudad de Tlaxiaco.

La representante de los indígenas triquis, Eva Gómez Santos, dijo que la comunidad determinó salir en éxodo ante el temor de ser asesinados porque el Estado mexicano no ha cumplido las medidas cautelares de la CIDH para garantizar su vida e integridad física a pesar del riesgo de sufrir una agresión del grupo armado.

Explicó que el grupo armado penetró violentamente a la comunidad la noche del lunes pasado y fue en su búsqueda casa en casa para darle muerte pero para su fortuna no se encontraba en ese momento.

"Me estaban buscando para matar, entonces junto con los compañeros no nos quedó otra que salir porque de lo contrario nos asesinarán", señaló.

Precisó que este grupo armado ingresó el 8 de mayo pasado a la comunidad en una camioneta color gris, doble cabina para disparar con rifles de asalto Ak-47 o cuerno de chivo en contra de algunas viviendas, ante la presencia de mujeres y niños.

En dos domicilios, fueron asesinados Jaime Ramírez Martínez, Joaquín González y Eulogio López Aguilar.

Destacó que los pobladores por segunda ocasión deberán dejar su comunidad porque Valle del Río San Pedro Copala fue fundado en 2008 por desplazados de San Miguel Copala, Guadalupe Tilapa Copala, Llano de Nopal Copala, Llano Aguacate Copala, Yutasani Copala y La Ladera Copala a causa de la violencia generada por organizaciones y partidos políticos, intolerancia religiosa y por grupos armados.

En mi caso -anotó-, "nosotros tuvimos que salir de San Miguel Copala porque nos persiguieron por ser cristianos y ahora otra vez pero no sé por qué. Esos armados entran nada más y no nos dicen algo, nada más disparan".

Gómez Santos dijo que en el pueblo triqui "el costumbre" es matar a quienes no aceptan la imposición de otros y para evitar más muertos en Valle del Río San Pedro Copala, salen obligadamente.

"Ese es el costumbre, pero nosotros no queremos pasar por eso; mejor con mi esposo (Antonio Santos González) y mis cuatro hijos (Eleazar, Artemio, Rubén y María Isabel) nos vamos a buscar otro pedazo de tierra", asentó.

A su vez, el presidente del CEDHAPI, Maurilio Santiago Reyes, dijo que la salida de los indígenas triquis de su comunidad refleja la irresponsabilidad del Estado mexicano para cumplir sus compromisos y obligaciones internacionales.

"La CIDH dictó medidas cautelares y el Estado mexicano no está cumpliendo a pesar de estar en gran riesgo su vida", remarcó.

Consideró que la posición del Estado mexicano es totalmente contradictoria a la recién designación de Emilio Álvarez Icaza Longoria como Secretario Ejecutivo de la CIDH.

"Es un honor para México que el Secretario sea mexicano pero desafortunadamente el Estado mexicano no respeta las medidas cautelares de la CIDH", insistió.

Destacó que el CEDHAPI requerirá al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reconocer y proteger a los indígenas triquis como desplazados forzadamente por haber cambiado su estatus.

"Ese es su nuevo estatus, pues tuvieron que salir porque el Estado mexicano no garantizó su seguridad como fue solicitado por la CIDH", señaló.

Además, subrayó que ese organismo denunciará al Estado mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por incumplir las medidas cautelares dictadas.

Subrayó que los indígenas triquis desplazados se instalarán en forma temporal en una casa rentada ex profeso por el gobierno estatal en la Heroica Ciudad de Tlaxiaco.

"Fue un acuerdo con el gobernador Gabino Cué Monteagudo ante una situación de emergencia", apuntó.

Santiago Reyes dijo que el mandatario también ofreció un plan de acciones para atender las medidas cautelares en el marco de su competencia y la programación de una reunión mensual de evaluación de compromisos.

Este programa, "nos genera confianza y estamos seguros que a partir de ahora caminaremos con mayor eficacia en la solución de nuestras demandas de justicia", señaló.

Antes de salir de la comunidad, los indígenas triquis fueron a despedirse de sus muertos, Jaime Ramírez Martínez, Joaquín González y Eulogio López Aguilar, enterrados en un camposanto sobre una loma donde depositaron flores y veladoras.

Según un comunicado del gobierno estatal, a las familias triquis se les proveerá todo lo necesario para su sustento y protección, en tanto se restablecen las condiciones óptimas para su reubicación o retorno.

Frase

"El costumbre es matar a quienes no aceptan la imposición de otros. Ese es el costumbre, pero nosotros no queremos pasar por eso; mejor con mi esposo y mis cuatro hijos nos vamos a buscar otro pedazo de tierra".

4 de agosto de 2012

Nuevo éxodo de 43 indígenas triquis del Valle de San Pedro Copala; se refugian en Tlaxiaco

Por: Pedro Matías

Putla Villa de Guerrero, Oax.- Los últimos 43 indígenas triquis, 22 de ellos menores de edad, en abandonar sus casas ante el temor de ser masacrados por el grupo armado que acecha la comunidad de Valle del Río San Pedro, San Juan Copala, fueron escoltados por la policía estatal.

Ante el incumplimiento del Estado mexicano de brindar seguridad a los 76 indígenas triquis que cuentan con medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), este grupo decidió abandonar su territorio y refugiarse en la ciudad de Tlaxiaco, dando gracias a Dios por la “vida que nos ha prestado”.

A las 18:00 horas, los desplazados se alejaron de sus viviendas portando flores blancas y cartulinas con leyendas como “Somos triquis sin tierra”, “Mi papá murió luchando por la paz” y “Si no me voy, me matan”.

 Amada, una niña triqui, confesó:

“No estamos tan felices de salirnos de estas tierras porque ya nos acostumbramos a vivir aquí. Mi padre luchó por estas tierras, por eso lo mataron y por eso me duele dejar esta tierra”.

Mientras que Eva Gómez, la representante de la comunidad ahora de desplazados, reconoció que aunque ya se habían acostumbrado a estar en Valle del Río San Pedro, por miedo tienen que dejar sus casas, muchas de ellas muy humildes.

“Nos duele dejar lo que hemos construido, pero lo más importante es la vida, ahora mi deber es tener dónde vivir y no haya que esperar más violencia”, asegura Eva Gómez.

Después de cuatro años de establecerse en el Valle del Río San Pedro y ahora ser desplazados, agregó que “ahora estamos en manos del gobierno, y ellos están en el poder porque la gente les da fuerza y tienen que cumplir”.

Una vez que desprendieron las láminas de asbesto y galvanizadas de los techos, quitaron puertas y ventanas, así como la madera de sus estructuras, y cargaron con sus pollos, Eva Gómez insistió en que “nada de lo que se queda aquí es importante como la vida”.

Antes, acudieron a despedirse de sus dos muertos, Eulogio López Aguilar y Cipriano Cornelio Ramírez Ramírez, asesinados el 8 de marzo, ante quienes hicieron la promesa de que nos los van a dejar y que van a luchar por sus familias, aunque en ello les llegue la muerte.

Con el acompañamiento de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Centro Bartolomé Carrasco y Centro y Asesoría a Pueblos Indígenas, los desplazados sacudieron sus pies al llegar a la carretera que comunica a Putla Villa de Guerrero con Tlaxiaco, “para dejar lo malo”.

El presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas, Maurilio Santiago Reyes, reconoció que, debido a la emergencia, el gobierno de Gabino Cué rentó una vivienda en la ciudad de Tlaxiaco para refugiar a los desplazados.

Sin embargo, dijo que el Estado mexicano ha incumplido con las medidas cautelares dictadas por la CIDH, a tal grado de ni siquiera asistir a las reuniones para establecer los mecanismos para la implementación de medidas de seguridad.

El resultado de esa inacción es el hecho de que los 76 indígenas triquis, de los que 35 o 40 son menores de edad, hayan abandonado a sus muertos, sus casas y hasta sus perros.

3 de agosto de 2012

Disputan triquis y Municipio espacios en la Casa Morelos

El nuevo espacio para los desalojados del Jardín Labastida será ocupado sólo por veinte vendedores triquis “que no tienen a dónde ir”, señaló la Dirección de Reordenamiento

Por: Eusebio Pérez

Oaxaca, Oax.- Connato de violencia se vivió ayer en el centro de la ciudad, luego que inspectores municipales pretendieron desalojar de la Casa Comercial Morelos a artesanas triquis con apoyo de elementos policiales.

Los hechos iniciaron ayer por la mañana. Juana Guzmán Martínez, representante de las mujeres triquis, dijo que inspectores municipales “de forma altanera y a empujones” quisieron retirar a las 85 artesanas que se encontraban en el lugar.

Aseguró que el gobierno capitalino les aseguró que en la casa Morelos, ubicada en el número 804 de la calle del mismo nombre, podrían vender sus productos tras haber sido retiradas del Jardín Labastida el 11 de julio, por lo que les resultó sorpresivo el intento de desalojo por parte del Municipio.

Aseguró que los inspectores pretendieron darles sólo veinte espacios y se preguntó “¿qué va a pasar con las demás mujeres?, no es justo que nos hagan esto porque el gobierno ya nos dio la casa para que vendamos nuestras cosas. Los inspectores nos quieren desalojar a la fuerza, no es justo eso, hay señores mayores de edad y niños quienes desde las seis de la mañana estamos acá y no hemos comido ni hecho nada”, afirmó Juana Guzmán.

Asimismo consideró que el gobierno municipal debería mostrar más respeto para personas que por 25 años trabajaron en el jardín Antonio de León y luego en el jardín Labastida, aproximadamente nueve años.

“De ahí nos quitaron y nos mandaron para acá, en la plazuela del Carmen Alto, en donde estuvimos 15 días y nos prometieron que nos iban a dar espacio en la Casa Mórelos, ahora nos dicen que son veinte lugares nada más y en total somos 85 mujeres triquis que estamos trabajando con recibo de pago de contribuciones y no nos quieren respetar el espacio que tenemos, ahorita entre jaloneos, amenazas, empujones y abusos, porque somos mujeres triquis, nos quieren desalojar a la fuerza por órdenes del jefe de Inspectores, Edmundo López, y Jaime Rael, Director de la Vía Pública”, mencionó la representante triqui.

Por su parte, Jesús Matus, asesor de la Dirección General de Reordenamiento Comercial, negó que haya amedrentado a las artesanas. Dijo que solamente cumplió con su trabajo, reacomodar a las artesanas para entregarles el lugar donde van a expender sus productos. Explicó que la presencia de los inspectores en la Casa Morelos fue únicamente para entregar el inmueble.

Aseguró que el lugar en disputa es una casa particular que el Municipio de Oaxaca de Juárez rentó para asignársela a las mujeres triquis: “sólo que la entrega debe de ser en forma ordenada y no como ellos quieren. Este espacio se le asignó a 20 personas que fueron retiradas del Jardín Labastida y no tienen ningún espacio para vender sus productos”.

“Nosotros hacemos la depuración para que la gente que sea reubicada acá sea realmente la que lo necesita, porque hay quienes tienen dos o tres puestos en otro mercado y no pueden ser considerados dentro de la Casa Morelos; además, quienes empujaron y se pusieron agresivos fueron ellos”, afirmó Jesús Matus.

Huyen de su comunidad 15 familias triquis del Valle del Río San Pedro Copala por temor a un ataque armado

Por: Pedro Matías

Oaxaca, Oax.- El presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI), Maurilio Santiago Reyes, informó que alrededor de 15 familias del Valle del Río San Pedro, perteneciente a San Juan Copala, abandonarán el día 03 de Agosto su comunidad y se refugiarán en la ciudad de Tlaxiaco, debido al inminente riesgo de un ataque armado.

El éxodo de los 75 indígenas triquis, quienes cuentan con medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), iniciará alrededor de las 13:00 horas con el acompañamiento de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO); la comisionada de Derechos Humanos del Gobierno Estatal, Eréndira Cruzvillegas, y los centros de derechos Humanos “Bartolomé Carrasco” y Asesoría a Pueblos Indígenas.

De acuerdo con Santiago Reyes, en el grupo se encuentran entre 35 y 40 menores y el resto son mujeres. Todos ellos, dijo, se sienten amenazados de muerte, en virtud de que el gobierno no les ha brindado la protección ordenada por la CIDH.

El destierro está relacionado con la incursión –el pasado miércoles 1– de un grupo armado en la comunidad, con la intención de privar de la vida a la activista y defensora de Derechos Humanos, Eva Gómez Santos.

Las 15 familias indígenas triquis afirmaron que se han visto obligadas a abandonar su comunidad y establecerse en un lugar seguro, en este caso la ciudad de Tlaxiaco, hasta que el gobierno mexicano cumpla con la recomendación de la CIDH (MC-60-12).

Además, demandaron el apoyo de organizaciones no gubernamentales y periodistas para evitar cualquier ataque armado en su contra.