Bernadina Hernández, nació en el año de 1984, en la zona Triqui de San Juan Copala, ubicada en la Región Mixteca Baja, Oaxaca.
Durante el conflicto entre los caciques y partidos políticos en su pueblo, su familia huyó del pueblo en busca de un mejor futuro. En el año de 1992, tomaron una difícil decisión, sabiendo que con ello arriesgaban sus propias vidas, optaron por emigrar a los Estados Unidos, cruzando la frontera. En 1992, llegaron a Hollister California cuando ella tenía 8 años.
En su pueblo natal, hablaba puro triqui y nunca había tenido la oportunidad de estudiar el español. En cuando llegó a la escuela, ella se dio cuenta que era la única que no podía comunicar con los demás niños. De hecho, sus compañeros de la escuela se burlaban de ella y de su gente indígena. Durante el transcurso del año, las humillaciones de parte de sus compañeros de la escuela se volvieron cada vez más fuerte. Los niños le decían "fea", "india", y "estúpida". Por fortuna, conoció a un amigo mexicano de nombre Francisco, quien la trataba con respeto.
El rechazo y la humillación eran tan duros que Bernardina pedía a Dios que le diera la oportunidad de hablar la misma lengua que sus compañeros. Pedía a Dios que pueda despertar al otro día hablando el español y el inglés para poder comunicar con sus compañeros y así evitar los insultos en la escuela. Bernardina sentía que cuando se burlaba de ella, estaban burlando de su papá, de su mamá, de sus abuelos, abuelas y todas las familias indígenas. Estas humillaciones y burlas eran muy difíciles de soportar y en dos ocasiones tuvo que pelear físicamente para que la dejaran en paz y que la respetaran. Con el tiempo Bernardina pasaba al siguiente grado y sin darse cuenta que a la edad de 10 años ya había aprendido a hablar el español y el inglés. Aprendió el español como su segunda lengua e ingles como su tercera lengua.
Ahora ella entiende la importancia de la lengua y la cultura. Ella entiende que hay muchas necesidades con la comunidad Triqui. Actualmente colabora con el Movimiento Revolucionario de la Unión Indígena y en el Proyecto de la Cultura Oaxaqueña que ofrecen ayuda a la comunidad indígena de la Ciudad de Hollister y sus alrededores. Se dedica a ayudar y apoyar a todas las personas indígenas triquis o mixtecas del área donde ella se encuentra.
Durante más de 5 años, en el Departamento de Salud del Condado de San Benito y en el Proyecto de la Mujer Oaxaqueña, ha dedicado a interpretar a personas triquis de la comunidad, así como a acompañarlas al Hospital, a la clínica y con las trabajadoras sociales; ha ido a casas en las noches para defender a compañeras triquis de gente no indígena que les han querido negar su depósito que se les debe; ha defendido a la gente indígena de los que quieren tratar con desprecio; ha defendido a la comunidad indígena de abusos de parte de compañías, contratistas, rancheros, y los que alquilan casas; también ha interpretado en la Corte Superior y Juvenil en ingles y triqui; frecuentemente es voluntaria con la Asistencia Legal Rural de California; ha contribuido al Proyecto de Fair Housing e Investigaciones de Trabajadores Indígena del Campo y; ha ayudado a la comunidad mixteca y triqui a realizar eventos culturales respaldando a diferentes organizaciones.
Para llevar a cabo los bailes tradicionales, el Proyecto de la Cultura Oaxaqueña, tuvo que ocupar ayuda profesional para grabar la música tradicional. Ha participado en ayudar a documentar su cultura con una presentación de “power point” y fue la protagonista de un documental hecho por una estudiante de la Universidad de California de Berkeley que se llama “Mi Triqui: Life in Three Languages”.
Como Comité y Coordinadora de y Fundadora del Proyecto de la Cultura Oaxaqueña, se dedica a que la gente se junte para mejorar el futuro de la comunidad indígena. Por ejemplo, ella es una organizadora principal para la Junta Mensual de la comunidad indígena en Hollister en la cual se trata temas importantes como la preservación, el rescate y la difusión de las lenguas y tradiciones indígenas. También, está diseñando clases para enseñar a los niños indígenas sus propias lenguas y cultura para que no se pierdan sus tradiciones.
Por ultimo, el trabajo de Bernardina es muy importante para que la comunidad indígena defina quienes seamos para enfrentar un futuro difícil en un país extraño.
En suma, es importante para ella conseguir un fondo económico para promover y difundir la cultura y la lengua triqui, para que éstas nunca desaparezcan sobre la faz de la tierra.
Con el liderazgo de Bernardina los niños triquis y mixtecos pueden sentirse orgulloso en lugar de avergonzarse de sus raíces indígenas.