Comparsa de los Copalas se inició en 1932: “En esta comunidad existieron tres herrerías, una en la calle de Oaxaca, otra en la calle de Morelos y la tercera en el Barrio de la Asunción. Los indios de Copala venían a Putla y se alojaban en las herrerías para vender sus productos: plátano, carbón, huevos de rancho y gallinas ponedoras. Los demás, se alojaban en las herrerías de la calle Oaxaca por estar más cerca de la plaza y el ambiente que hacían los herreros Manuel Fernández, Pedro Dura y Gustavo Bello, que consumían aguardiente vendido en marrazos -botellas pequeñas-” fue, según Hernández Sánchez, por el alcohol que los nombrados indios comenzaron a involucrarse en las fiestas de carnaval pintándose los pies, las piernas y el rostro.
La Comparsa de los Copalas tiene su origen en las herrerías que se encontraban sobre la calle Oaxaca, lugar donde Los Copalas dejaban sus platillos y la tambora que utilizaban cuando bajaban a enterrar a sus muertos. Cuenta la tradición que por el año de 1950, Don Manuel Fernández, Don José Avendaño y Don Pedro Peralta, se juntaban para tomarse una copita en la cantina, se tiznaban con el hollín de la fragua y sólo uno se disfrazaba de Copala, una de las etnias de nuestra región.
Esta comparsa es de las más típicas al enaltecer la vestimenta de Los Copalas, el atuendo se compone por el huipil color Rojo con listones de colores, una jícara roja, peinetas, soguillas, aretes, pulseras, pasguan, ceñidor, sollate que es el cinturón tejido de palma con un hueco en medio donde los triquis guardan su dinero.
En tanto el hombre se viste con camisa de satín de colores fuertes, como es el rojo, morado o azul. Con un calzón de manta con cachuvil, paliacates, allanes, cotón, sombrero de palma y huaraches de pata de gallo.
1970, se identifica como la segunda etapa de La Comparsa de los Copalas, pues es cuando los señores Canti Miranda, Cafre-Pancho Mole, Ramiro Reyes, Francisco Álvarez, Ángel Núñez, Carlos Sánchez, Antonio Ramírez, Francisco Velásquez alias el Chivo, Enrique Miranda, Cesar Miranda, tan sólo por mencionar algunos conforman la segunda generación.
Esta Comparsa se ha identificado por recorrer las calles con las mejores bandas musicales de la región, Los Copalas como les llama popularmente los pobladores, recorren con sus baile y encabezados por su Diosa las principales calles del Centro.
Los Copalas han enfrentado el enorme reto de subsistir, ya que no cuenta con ningún tipo de apoyo por lo que año con año se reúnen los voluntarios con el fin de elegir a los mayordomos que serán los encargados de organizar los festejos.
Con el fin de subsidiar los gastos de la música y la comida, así como el atuendo de la señorita que fungirá como Diosa Copala, los mayordomos organizan diversos eventos y de la misma manera la población en general participa con donativos, por los cuales se les da un recibo para evitar cualquier mal uso de los recursos recabados.