12 de septiembre de 2012

Byetarina Santiago Martínez, joven indígena triqui de la Costa de Hermosillo

Por: Carlos Roberto Marroquín

Hermosillo, Son.- Nacida en el Poblado Miguel Alemán de la Costa de Hermosillo pero oaxaqueña por la sangre que corre en sus venas, Byetarina Santiago Martínez se ha convertido en la primera indígena Triqui que ingresa al Centro Regional de Educación Normal Navojoa (CREN), con la firme convicción de convertirse en maestra de educación indígena.

Pequeña de estatura pero gigante en sus sentimientos, Byetarina se siente orgullosa de ser indígena oaxaqueña y más aún profesa un profundo amor y respeto por sus padres, hermanos y compañeros de su comunidad.

Con una tremenda facilidad de palabras y objetividad al exponer sus ideas, Byetarina es el ejemplo más sensible de lo que tienen por naturaleza todos los indígenas mexicanos: Inteligencia y un gran sentido por la vida y la naturaleza.

En días pasados el “SonoraSur y Marroquín Noticias” tuvo la oportunidad de entrevistarla, motivo por el cual hoy transmitimos a ustedes estimados lectores, lo que dijo:

“Muy buenos días. Yo soy Byetarina Santiago Martínez y me dirijo a toda la comunidad Triqui, a los integrantes del Concejo de Ancianos de mi pueblo y a la población en general. Soy orgullosamente indígena y me siento feliz de llevar la sangre de mis antepasados. Quiero decirles que he estudiado la primaria, secundaria y la preparatoria en la Calle Doce, y por estos días he ingresado al CREN de Navojoa porque tengo la plena confianza de que egresaré como maestra de educación”, dijo al inicio de la entrevista.

“En esta oportunidad quiero hablarles sobre la vida y la problemática que viven los Triquis. En primer lugar, nosotros somos explotados en la Costa de Hermosillo ya que trabajamos desde que amanece el sol hasta que oscurece por un mísero salario. En muchas ocasiones somos objeto de discriminación por parte de los dueños de los campos agrícolas, así como de los cuadrilleros, y por si fuera poco, en algunos campos agrícolas existen hombres armados que nos vigilan e intimidan como si viviéramos esclavizados. Yo soy también mujer jornalera en la Costa de Hermosillo y he vivido en carne propia esos atropellos”, agregó.

“Sumado a todo ello, los patrones al no darnos el servicios médicos del Seguro Social, nos vemos en la necesidad de acudir al Centro de Salud de la Calle Doce, lugar en el cual no nos atienden bien, ya que hay médicos y enfermeras déspotas e insensibles, y lo peor no tienen la medicina en existencia, mucho menos los aparatos quirúrgicos necesarios, sumado a ello, ellos, no hablan nuestra lengua, motivo por el cual, nuestra gente sufre y en algunos casos han muerto porque no nos atienden oportunamente”, mencionó.

“Otro de los graves problemas que tenemos los Triquis en el Poblado Miguel Alemán, es la prepotencia de los policías, los cuales en muchas ocasiones centavean y golpean a los Triquis, les inventan delitos y los detienen en las celdas. Aquí de nueva cuenta se agrava la situación, ya que hay una barrera de comunicación, debido a que no hay interpretes en la Agencia del Ministerio Público, en las Centrales de Policía o ante los médicos legistas”, según sea el caso”, manifestó.

“Nuestro pueblo Triqui vive en medio de la pobreza, y por si fuera poco, el alcoholismo y la drogadicción han penetrado y nos están destruyendo poco a poco, ya que muchas de las mujeres son víctimas de la violencia familiar, y son muchos niños de escasos 6 años y mayores que andan ingiriendo e inhalando sustancias que los altera, drogas que matan a nuestra gente, y es aquí vemos con tristeza que los diferentes niveles de gobierno, así como los ancianos de mi pueblo no actúan en contra de las personas que envenenan a nuestra gente, y se mantienen en el silencio. Nos sentimos impotentes ante estas realidades”, dijo.

“Por eso, hoy de manera muy responsable y sabedora del papel que debemos jugar los y las jóvenes Triquis levanto mi voz para denunciar y romper el silencio y decirle a mi propio pueblo indígena, al gobierno del hombre blanco y a la sociedad en general, que ya basta de tanta discriminación, explotación y que nuestra gente siga envenenándose. Es necesario ponerle fin a todo lo que nos está haciendo daño y nos lascera el alma”.

Continuación.

“Creo que nosotras las mujeres Triquis tenemos que hablar y actuar ya que nosotras seremos las futuras madres de familia que engendraremos a los futuros Triquis, y por lo tanto, no queremos que vivan en una comunidad enferma y explotada. Nosotras ya no queremos ser cómplices del silencio. Nosotras queremos que los Triquis tengan espacios educativos dignos, queremos que cambien las condiciones de vida de nuestra gente, y queremos salarios dignos también”, continuó diciendo.

“Otro de los temas que quiero comentar es el sentir de muchas mujeres jóvenes Triquis, las cuales no estamos de acuerdo en la práctica-costumbre de la venta de las mujeres al interior de mi comunidad, ya que nosotras, no somos mercancías a la venta del mejor postor. Nosotras somos mujeres que tenemos sentimientos, somos personas que tenemos el derecho de decidir por nuestra vida futura. Sé que decir esto rompe los esquemas de las tradiciones de mi pueblo, pero, también sé que es importante poner un alto en el camino, y así como se han cambiado muchas cosas en la vida de los Triquis, también se puede cambiar esta situación. Antes nuestra gente no consumía drogas o usaba ropa que usan las demás personas que no son indígenas. Y esas, no son parte de nuestra cultura y se han aceptado como una nueva forma de vivir, por lo tanto, nosotras también podemos cambiar el rumbo de las cosas que creemos nos afectan”, comentó.

“De igual manera, nosotras las mujeres jóvenes Triquis queremos participar en la vida activa de nuestra etnia en asuntos sociales, políticos, culturales y otros temas, buscando con ello, contribuir al desarrollo y progreso de nuestra gente. Nosotras las mujeres jóvenes Triquis también pensamos y nuestra voz puede pesar en la educación de nuestros hijos, de los futuros Triquis que darán vida a nuestro grupo indígena. Nosotras queremos saber de las leyes del hombre blanco, para saber defendernos, nosotras queremos saber de los derechos laborales y de las garantías individuales, así como de los derechos a la salud. Y eso lo vamos a lograr con más participación de las mujeres jóvenes Triquis”, Puntualizó de manera contundente.

“Mi pueblo Triqui, somos ricos en cultura y en lenguaje. Nosotros confeccionamos nuestra propia ropa y huipiles, nosotros hacemos los bonitos morrales, los collares y tenemos la medicina tradicional y nuestros propios alimentos. Yo me siento muy orgullosa de ser mujer indígena Triqui, y más aún de mi estado natal Oaxaca y por ello, quiero participar más activamente para beneficio de nuestra propia gente”, aseguró.

“Para terminar, quiero enviar un especial mensaje a los lectores de este periódico, a la gente del gobierno del hombre blanco y a la sociedad en general, en el sentido de que no quiero que nos vean con lástima y nos digan pobrecitos los Triquis. Mejor les pido solidaridad para con mi pueblo y en ese sentido nos ayuden a gestionar mejores escuelas para nuestros pueblos en las cuales nuestros niños reciban clases en su lengua materna, les pido que nos apoyen en la gestión para que la Secretaría de Salud mejore los servicios médicos y que cuando nuestra gente acuda en busca de atención médica haya medicinas y que los doctores y enfermeras sean amables y sensibles con nuestra gente. Les pido que nos apoyen a denunciar los malos tratos que se hacen en contra nuestra en los diferentes campos agrícolas y la falta de los servicios médicos que por Ley nos tiene que brindar los diferentes patrones, y que de igual manera desaparezcan los hombres armados en los campos agrícolas. Eso les pido... No nos den cosas que a ustedes les sobra y nos la dan en caridad... Mejor ayúdenos a que se mejoren los salarios de nuestra gente que trabaja en los campos agrícolas, para de esa manera los Triquis vivan mejor y de manera digna. No es mucho lo que les pido, les pido respeto para mi pueblo indígena”, enfatizó.