8 de febrero de 2012

Gabino Cué aplica la Ley del garrote contra humildes mujeres triquis

Por: Monserrat Castellanos

Oaxaca, Oax.- El gobernador Gabino Cué, prometió "Paz y Progreso", pero a más de un año de su gobierno, ha gobernador con la ley del más fuerte. Ejemplo de ello es la represión que ejerció el día de ayer contra humildes mujeres triquis de diversas comunidades de Copala.

Con esta acción queda claro, que el mandatario estatal no le apuesta al diálogo, sino a la ley del garrote.

Si piensa que con la fuerza bruta podrá someter a los ciudadanos que claman justicia, pues se equivoca, porque con la mano dura solo despierta más inconformidad.

Lo extraño de todo esto, si Gabino buscó ser gobernador del Estado, no fue porque solo quería satisfacer intereses personales, sino más que nada, acabar con la injusticia que ejerció Ulises Ruiz contra miles de oaxaqueños.

Sin embargo, al parecer que es la misma historia que se repite en este supuesto gobierno del Cambio, y esto sucede porque no hay paciencia y capacidad para atender con eficacia los reclamos de los oaxaqueños.

Si bien es cierto, como se ha dicho, que el Secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez tiene mucha experiencia en el quehacer político, ¡Entonces es el momento de poner en la praxis todo lo que sabe!, O es que eso de que es un hombre maduro y que tiene madera para gobernar solo fue un cuento chino para poder darle chamaba en la SESEGO.

Pero, lo cierto de todo esto, es que el Gobernador Gabino Cué, no debe golpear a humildes mujeres triquis a través de sus gorilas, debe entender que la política es bello arte para gobernar y no para enfrentar el pueblo con los gobernantes.

Está el ejemplo de Ulises Ruiz, que por golpear a los maestros de la sección 22, sufrió el repudio generalizado de los oaxaqueños los seis años de su gobierno y casi le costaba el puesto.

En este sentido, el gobernador Gabino, debe ser sensible, y sentarse a platicar con quienes claman justicia, no pierde nada, porque para eso lo eligieron los más de 3 millones de oaxaqueños, cansados de tantos atropellos.