Tlaxiaco, Oax.- Han pasado dos semanas y las familias triquis desplazadas de Valle del Río San Pedro, San Juan Copala, siguen en espera de ser reubicadas y el futuro es incierto en la educación académica, ya que 26 niños podrían quedarse sin ir a la escuela este lunes 20 de agosto, además de tres mujeres del nivel secundaria y una de preparatoria que no cuenta con los mil 500 pesos para inscripción que le cobran para ingresar a la preparatoria de Tlaxiaco.
Este sábado son ya los quince días desde que mujeres desplazadas doblemente esperan la ayuda de los servidores públicos para que sean reubicadas y tampoco saben si sus más de 20 niños irán a la escuela, luego que no han recibido respuesta de una maestra del idioma triqui que solicitaron.
Llegaron a la ciudad de Tlaxiaco el 3 de agosto y las condiciones no son agradables en el lugar que están habitando, ya que carecen de alimentos, en un cuarto donde están ubicadas las 15 familias, no tienen derecho a la privacidad y para dormir hacen uso de colchonetas, extrañan el campo y a sus animales, entre ellos, perros, gatos y pollos que se quedaron en Valle del Rio, lugar donde fueron amenazados de muerte.
Eva Gómez Santos, representante de las desplazadas, dijo que el futuro para una educación académica es incierto para más de 20 niños, que otra vez se quedaran sin ir a la escuela, ellos serán discriminados otra vez por la educación, ya que de la petición que le hicieron al gobernador para que les mande una maestra indígena triqui no ha llegado.
Sobre la propuesta para que estos infantes reciban clases en un lugar diferente, no en el lugar donde se encuentran sigue pendiente, además existen 4 mujeres que se están quedando sin el derechos de ir a la secundaria y otra que para poder ingresar a la preparatoria de Tlaxiaco le están cobrado 1500 pesos, recursos de los cuales no cuenta la gente pobre desplazados doblemente.
Otro de los problemas a los que se han enfrentado es que con el “Programa Oportunidades”, donde no les están tomando el problema de desplazamiento que están sufriendo, ya que quieren que hagan tequio y asistan a su reuniones de salud, lo que no pueden lograr debido a que andan de un lugar para otro, por lo que la amenaza es que muy pronto les quitaran la ayuda o muchas de las mujeres ya no las están considerando.
Sobre las clases y la ubicación no se sabe nada, están sufriendo un infierno dentro de un solo cuarto de 12 metros de largo por 5 de ancho con las 15 familias, ellas están acostumbradas a caminar por varias horas, ir al molino, hacer tortillas, practicar su religión, comer quelites, sembrar plantas y tener animales.
Ante estas condiciones ya se han enfermado 6 niños de gripe, calentura y diarrea, pero ante los trámites burocráticos en las instituciones de salud y por no contar con cartillas de salud, le han negado los servicios, por lo que han gastado más de lo que no tienen llevándolos a los médicos particulares.
Rufino Benítez Sánchez, coordinador jurídico del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI) dio a conocer que las desplazadas del Valle del Rio, necesitan no solo atención psicológica sino que están siendo perjudicadas en sus usos y costumbres.
Pidió a los servidores públicos del gobierno del Estado total atención a estas mujeres que en su mayoría no tienen esposo porque muchos de ellos fueron asesinados, ellas ultrajadas y expulsadas solo por practicar alguna religión diferente o por no integrase a alguna organización, ahora están en peligro de perder toda su cultura.
Agregó que en múltiples ocasiones el gobernador ha declarado a los medios de comunicación que va a ayudar pero da las instrucciones y los bajos mandos no acatan y todavía practican las viejas costumbres del gobierno pasado, lo que genera la inestabilidad porque de no ser así a una atención pronta, ellas ya están planeado otras alternativas, como la manifestación y las tomas de dependencias para hacerse escuchar.